El apego es el vínculo emocional que desarrolla el
niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional
indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La tesis fundamental
de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un
niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de
respuesta de su principal figura de afecto (persona con que se establece el
vínculo).
Según Bowlby, el ser humano posee un sistema de
conductas que sirven para mantener el contacto:
Ø Conductas señaladoras
(llorar, llamar, sonreír, etc.) atraen la atención.
Ø Conductas más activas
(caminar, trepar, etc.) sirven para mantener el contacto
Etapas del apego
•Etapa 1ª (0-2 meses): el niño a tiende a las personas pero sin diferenciar unas de otras.
•Etapa 2ª (2-6 meses): el niño produce respuestas diferenciadas hacia cada persona. Reconoce las situaciones y las personas habituales.
•Etapa 3ª (6 meses-3 años): el niño mantiene proximidad hacia la persona, es capaz de interactuar. Es mucho más activo y sigue a su madre constantemente.
•Etapa 4ª (a partir de los 3 años): el apego ya ha sido construido, la relación madre-niño se ha establecido, ahora el niño comienza a ver a su madre como ser independiente a él. el niño comienza a explorar el mundo.
Hay que diferenciar entre apego (es el vínculo,
atadura invisible que se mantiene en el tiempo) y las conductas de apego (manifestaciones
visibles del apego). Es en las separaciones donde mejor se aprecia la calidad
del apego.
Tipos de apego
Se
establecen según la relación de la madre con su bebé diferentes pautas de
apego, estas pautas están influidas por el modo en que los padres tratan al
niño:
Apego
seguro: Es aquel en el que el
niño confía en que sus padres serán accesibles, sensibles y colaboradores con
él si se encuentra en una situación atemorizante. Teniendo esta seguridad el
niño se atreve a hacer sus exploraciones del mundo.
Apego
ansioso resistente: Es aquella
conducta que expresa un niño inseguro de si su madre o progenitor será
accesible o sensible, o si lo ayudará cuando lo necesite. Esta pauta es
favorecida cuando el progenitor se muestra accesible en algunas ocasiones y en
otras no, también se da por las separaciones y por las amenazas de abandono
utilizadas como control.
Apego
ansioso elusivo: El niño no
confía en que cuando busque cuidados recibirá respuesta, sino por lo contrario
espera ser desairado, así intenta volverse emocionalmente autosuficiente. Esta
pauta es el resultado del constante rechazo de la madre cuando el niño se
acerca a ella en busca de consuelo y protección.
Apego desorganizado desorientado: el cuidador ante las señales del niño tiene respuesta
desproporcionada y/o inadecuada, incluso en su desesperación, al no poder
calmar al niño, el cuidador entra en procesos de disociación. Esta conducta del
adulto desorienta al niño y no le da seguridad y le genera ansiedad
adicional.
RECOMENDACIÓN
PARA UN APEGO SEGURO
Los
niños con apegos inseguros no han tenido suficientes experiencias óptimas de
sintonización emocional: estas han sido intermitentes y/o no contingentes con
el estado interno del niño (su primer cuidador se comunicó de manera salteada
y/o lo hizo cuando el niño necesitaba recogimiento interior y no se le
respetaba) También pudieron ser comunicaciones de naturaleza invasiva,
contradictoria y hostil. En este caso, el niño pudo desarrollar y mantener
cambios abruptos en su estado.
Es
muy importante fomentar un apego seguro
en los niños como
•En el juego, reflejando su felicidad con palabras: “Siento que estás feliz con eso”, acompañándolo con una sonrisa
•Entiende las señales de tu niño y su forma de comunicarse
•Crea una base de seguridad y confianza para tu bebé
•Responde a sus necesidades
•Acarícialo, abrázalo, ríete y juega con él
•Cuida de su propio bienestar físico y emocional
•El apego sólo se forma con contacto piel a piel en el momento del parto
•Las instancias de juego son las principales para formar un apego sano
•La lactancia es otra de las principales instancias para formar un apego sano
La
importancia del apego en la crianza nos dice que tenemos que entregar todo el
cariño, afectividad, contacto físico, que podamos a los niños. Es de ese modo
como ellos aprenderán a enfrentar el mundo de un modo adecuado.
Es
importante tener en cuenta ciertas habilidades fundamentales que pueden ayudar
a fomentar un apego sano con los hijos. Más de 30 años de estudios han mostrado
que son 4 las habilidades fundamentales que se deben tratar de aplicar de un
modo secuencial:
- Atención:
aquí se refiere a la habilidad básica de atender, contactarse
afectivamente y comprometerse con el desarrollo del niño.
- Mentalización:
esto se refiere a la habilidad de saber empatizar y comprender lo que le
está ocurriendo a un niño (especialmente en momentos de stress. Esto
implica no criticar ni inferir intenciones negativas en el niño “él es un
manipulador”; “ella es agresiva y le gusta pelear”), sino más bien hacer
el esfuerzo por comprender qué está tratando de expresar un niño con su
malestar (“se enojó porque quiere que lo tomen en brazos”).
- Automentalización:
aquí se refiere al proceso de entender qué le pasa a uno como padre y
madre cuando los niños/as expresan cosas negativas. Es decir, entender que
muchas veces solemos culparlos de cosas que nos molestan a nosotros.
- Regulación:
por último, lo anterior no tiene sentido si es que uno no se tranquiliza y
enfrenta al niño/a de modo que se calme y disminuya su malestar (no que lo
aumento). Son muchas las cosas que los padres hacemos que dejan al niño
más estresado y molesto. Debemos estar atentos para esforzarnos y mejorar
en esto.
Es
muy recomendable ensayar estas habilidades como una actitud frente a la crianza
de los niños y niñas (especialmente cuando ellos se sienten mal, independiente
de la razón).
Por
último, si se hace una siglas con el nombre de cada una de estas 4 habilidades,
tiene que en el fondo desarrollar el apego es A.M.A.R a los hijos e hijas.
VIDEO SOBRE EL APEGO
tienen las referencias bibliograficas
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