La Teoría
Ecológica de los Sistemas de Urie Bronfenbrenner consiste en
un enfoque ambiental sobre el desarrollo del individuo a través de los
diferentes ambientes en los que se desenvuelve y que influyen en el cambio
y en su desarrollo cognitivo, moral y relacional.
Esta teoría puede
aplicarse en todos los ámbitos de la Psicología y otras ciencias, ya que
partimos de la base de que el desarrollo humano se da en interacción con las
variables genéticas y el entorno, y expone de manera clara los diferentes
sistemas que conforman las relaciones personales en función del contexto en el
que se encuentran.
Los sistemas de Bronfenbrenner
De menor a mayor
globalidad, Urie
Bronfenbrenner nombra cuatro sistemas que envuelven al
núcleo primario entendido como el mismo individuo. Los sistemas son los
siguientes: microsistema, mesosistema, exosistema y macrosistema.
Ø Microsistema
Constituye el nivel más inmediato o cercano en el
que se desarrolla el individuo. Los escenarios englobados en este sistema son
la familia, padres o la escuela.
Ø Mesosistema
Incluye la interrelación de dos o más entornos en
los que la persona participa de manera activa. También se puede entender como
la vinculación entre microsistemas. Ejemplos claros pueden ser la relación
entre la familia y la escuela, o entre la familia y los amigos.
Ø Exosistema
Se refiere a las fuerzas que influyen a lo que
sucede en los microsistemas. En este caso, el individuo no es entendido como un
sujeto activo. Lo conforma por ejemplo la naturaleza del trabajo de los
progenitores, relaciones que mantiene un profesor con el resto del claustro,
etc.
Ø Macrosistema
Referido a las condiciones sociales, culturales y
estructurales que determinan en cada cultura los rasgos generales de las
instituciones, los contextos, etc. en los que se desarrolla la persona y los
individuos de su sociedad. Lo constituyen los valores propios de una cultura,
costumbres, etc.
A estos ámbitos
espaciales debe añadírsele el cronosistema, que introduce la dimensión
temporal en el esquema. Se incluye aquí la evolución cultural y de las
condiciones de vida del entono.
RECOMENDACIÓN
Los padres de familia
tienen el deber de educar a sus hijos y el derecho de escoger los centros de
educación y de participar en el proceso de integración de su hijo en la
sociedad
•Dedique un tiempo a hablar con su hijo sobre el preescolar, incluso antes de que comience. Antes del primer día, introduzca gradualmente a su hijo en las actividades que suelen desarrollarse en un aula.
•Hacer algunas visitas a la primera sala de preescolar antes del inicio de las clases también puede facilitar la entrada a un territorio desconocido.
•La idea es familiarizar a su hijo y dejar que se sienta a gusto.
•Hay que hablarles de la escuela infantil, de los profesores y de los nuevos compañeritos con actitud positiva. Frases optimistas como “te lo pasarás en grande”, “conocerás muchos amigos”, “vas a jugar, cantar, pintar y divertirte un montón” suelen ayudar mucho.
•Con todo este preámbulo positivo, el niño irá reconociendo caras, lugares, juguetes, rincones de la clase y al volver a ir se sentirá más confiado y seguro.
•Cada niño tiene su propio ritmo, esto lo decimos siempre, tanto para empezar a ir al baño solito como para adaptarse a las nuevas situaciones. Puede que un niño haya llorado como un descosido el primer día y al día siguiente entre feliz, mientras que otro estará un par de semanas llorando pegado a las piernas de su mamá o su papá. Ninguno es mejor, ni peor, simplemente cada uno lo lleva a su manera.
•Los cuentos que tengan que ver con el tema del colegio y la vuelta al cole pueden ser de gran ayuda para que se sientan identificados con los personajes de la historia así como recurrir al juego simbólico o al hilo argumental para ayudarlos a ponerse en situación.
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